El sexo y el deporte siempre han estado estrechamente vinculados. Desde las antiguas estatuas olímpicas griegas hasta los carteles actuales, el sexo y el deporte han ido de la mano. Incluso en la era moderna, el sexo y el deporte siguen estando relacionados. En una encuesta reciente, el 61% de los atletas profesionales masculinos admitieron haber mantenido relaciones sexuales con mujeres como parte de su trabajo. Y esto no se limita a los atletas masculinos: las atletas femeninas también participan en actividades sexuales. En consecuencia, el sexo y el deporte siguen estando estrechamente vinculados, incluso en el mundo moderno.
La relación entre el deporte y el sexo es complicada y difícil de definir. Por un lado, el deporte puede verse como una forma de expresión sexual, ya que los hombres suelen utilizar los logros deportivos como forma de demostrar su virilidad. Por otro lado, el deporte también puede verse como una forma de evitar el sexo, ya que los atletas utilizan su concentración en el deporte como una forma de evitar la intimidad y las relaciones sexuales. En realidad, lo más probable es que la relación entre el deporte y el sexo sea una mezcla compleja de estos dos extremos. En algunos casos, el deporte puede ser una forma de que un atleta exprese su identidad sexual, mientras que en otros casos puede ser una forma de evitar la intimidad sexual. En última instancia, la respuesta a la pregunta de si el deporte y el sexo están relacionados es probablemente tan individual como cada deportista.