A medida que envejecemos, nuestros cuerpos y mentes experimentan muchos cambios. Uno de los cambios más significativos que experimentan algunas parejas es un cambio en su relación sexual. Esto puede ocurrir por muchas razones diferentes, pero a menudo puede deberse a una disminución de la intimidad y la comunicación a medida que envejecemos. Otras veces, los niveles de libido pueden seguir siendo los mismos, pero otros aspectos de la función sexual pueden disminuir, como el deseo sexual o la excitación. Sea cual sea el motivo, es importante que las parejas sean abiertas y sinceras sobre estos cambios para mantener una relación sexual sana y satisfactoria. Para muchas parejas, esto puede ser una tarea difícil, pero es posible con el apoyo y la comunicación adecuados. Tanto si experimentas un aumento como una disminución del deseo sexual, es importante recordar que está bien hablar con tu pareja sobre lo que ambos queréis y necesitáis. Si sois sinceros y abiertos el uno con el otro, podréis atravesar esta transición en vuestra relación sexual y mantener vuestra conexión fuerte.
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo cambia inevitablemente. Nuestra sexualidad no es una excepción. Después de los 50 años, los cambios en nuestro cuerpo pueden dificultar la experiencia del placer sexual. Sin embargo, no debemos dejar que estos cambios se interpongan en el camino de una vida sexual sana. Hay algunas cosas que podemos hacer para asegurarnos de que nuestra intimidad sexual siga siendo positiva y satisfactoria a medida que envejecemos.
Una cosa importante es comunicar a nuestra pareja los cambios que estamos experimentando. Esto puede ayudarnos a adaptar nuestras actividades sexuales en consecuencia. Por ejemplo, si uno de los dos tiene dificultades para excitarse, podemos probar distintos tipos de estimulación o juegos preliminares. Otra cosa que podemos hacer es centrarnos en la intimidad más que en los orgasmos. Esto puede significar tener sexo con menos frecuencia, pero puede seguir siendo una experiencia profundamente placentera. Por último, es importante recordar que los desafíos físicos no significan necesariamente una disminución del nivel de placer sexual. Con un poco de creatividad y esfuerzo, podemos seguir disfrutando de una vida sexual satisfactoria hasta bien entrada la tercera edad.